Suárez Londoño en La Casa Encendida


José Antonio Suárez Londoño no es, ni mucho menos, un artista desconocido, pero su natural reserva y lo ensimismado y nada espectacular de su obra sí lo dotan de cierto misterio: trabaja con pequeños o mínimos formatos, es enormemente minucioso en cuanto a técnicas y dada la necesaria cercanía que implica la contemplación de sus obras, propicia con el espectador una relación rayana en la intimidad.
Otro rasgo fundamental de la obra del colombiano es su carácter clasificatorio, a modo de muestrario, de ahí el título que, hasta el 5 de abril, le dedica La Casa Encendida, comisariada por Yara Sonseca Mas y compuesta por más de un millar de dibujos, cuadernos de viaje, sellos, grabados al aguafuerte y al aguatinta, una peculiar colección de gomas de borrar dibujadas y libretas donde este autor da pistas de su laberinto personal y artístico, repleto de símbolos. Componen una suerte de diario privado que aquí se nos desvela de forma críptica.
Se fechan desde la década de los setenta hasta hoy y dan fe de la independencia de Londoño, ajeno siempre a modas y pese a ello figura esencial para nuevas generaciones de creadores colombianos que han encontrado en el dibujo su medio fundamental de expresión.
Su lenguaje es figurativo, pero dada su mitología propia, no nos remite a más tradición que la que representen Kitaj, Pat Andrea o, más lejanamente, Balthus y Paula Rego. Es difícil hablar de referencias en su caso, por múltiples y por diversas: podemos citar su propio entorno cotidiano, la historia del arte en general y el arte marginal en particular, sus lecturas literarias, noticias y expresiones populares…
Entre sus cuadernos de viaje, destaca Yo lo veí, nombre tomado de Goya. Fueron creados con el propósito de fijar lo que le sucedía diariamente prediciendo, más que los sucesos meteorológicos, su estado, o clima, moral.
http://masdearte.com/suarez-londono-buen-perfume-en-frasco-pequeno/

No hay comentarios:

Publicar un comentario